Un filántropo de ocho años recauda más de 1.000 dólares para el Banco de Alimentos

Por Kara Witsoe, Voluntaria

La generosidad no tiene límite de edad, como demuestra Olive Wooster, de 8 años. Esta niña de Seattle organizó recientemente su segunda venta anual de pasteles para recaudar fondos para Ballard Food Bank, con los que recaudó alimentos y fondos muy necesarios para ayudar a nuestros vecinos necesitados.

Olive aprendió sobre la escasez de alimentos tras varias conversaciones con sus padres Sara y Jon Wooster durante la pandemia. "Olive se enfadaba mucho cuando veía a la gente pidiendo dinero o comida al borde de la carretera y se preguntaba por qué no podíamos alimentar o alojar a todo el mundo", cuenta Sara, su madre. 

Un día, Olive se fijó por casualidad en Ballard Food Bank. "Conocí el banco de alimentos cuando pasamos por delante y pregunté qué edificio era. Quería recaudar dinero porque me encanta ayudar a la gente y sé que no todo el mundo tiene acceso a alimentos o productos de higiene", reflexiona. "Para mí es importante ayudar a los demás porque nosotros tenemos lo que necesitamos y sé que algunas personas no tienen suficiente". 

Tras terminar el jardín de infancia, Olive decidió recaudar dinero organizando un puesto de limonada en julio de 2022. Ella y sus padres recaudaron 200 dólares y 300 libras de producto. Este año, Olive dedicó parte de sus vacaciones de verano a recaudar aún más dinero para el banco de alimentos. "Se lo conté a todos mis amigos del colegio, dibujé un cartel y lo pusimos por toda Magnolia", explica. Olive y su padre anunciaron la venta de pasteles en Magnolia Village y por todo su barrio, donde ella explicó el evento a cada comerciante y vecino.

La venta de pasteles, celebrada en julio, ofreció una amplia y popular selección de artículos, como limonada, café, pan, bagels, focaccia, galletas, brownies y otras delicias. Con la ayuda de sus padres, Olive recaudó una cantidad asombrosa: más de 1.000 dólares más 300 libras de alimentos y otros artículos para Ballard Food Bank.

Olive, organizadora de la venta de pasteles, con su perro

Olive planea hacer de esta recaudación de fondos un acontecimiento anual. "Nuestros vecinos lo esperan, y podemos hacer un gran negocio dentro de nuestra comunidad", comparte Sara. "Este evento ha permitido a la gente empezar a hablar de estos temas. Un vecino mencionó no saber cómo tener esta conversación y la venta de pasteles les dio la oportunidad de hablar de esto con sus hijos."

Antes de empezar segundo curso en otoño, Olive dedica parte de su tiempo libre a aprender a tocar la guitarra con su padre, a escuchar canciones de Taylor Swift y a hacer pulseras para sus amigos, además de servir de inspiración a toda una comunidad.

Ballard Food Bank