Ballard Food Bank Acoge a todos

Con la retórica poco acogedora de la administración presidencial entrante y las amenazas de deportar a millones de inmigrantes, muchos de nuestros vecinos están sometidos a una creciente tensión sobre sus derechos, su futuro y sus vidas. Ballard Food Bank mantiene su compromiso de ser un lugar seguro al servicio de TODOS nuestros vecinos. Porque puede haber suficiente para todos, ¡y nos referimos a todos!

No pedimos pruebas de ciudadanía o residencia para comprar en nuestro mercado comunitario gratuito. No compartimos información sobre identidades o direcciones de los clientes.

Además, Ballard Food Bank, incluido el interior del edificio y la zona de aparcamiento, no es un espacio público. Somos una organización privada y tenemos derecho a pedir a la gente que se vaya y se quede fuera. Es un derecho que podemos ejercer y ejerceremos si el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas u otras agencias federales de inmigración se presentan en nuestra puerta. Les pediremos que esperen fuera de nuestra propiedad mientras llamamos a nuestro abogado y a un representante de la ciudad de Seattle para que revisen cualquier orden judicial o papeleo antes de admitirles.

A nuestros vecinos inmigrantes -y a todos los que se ven afectados por la retórica y las políticas propuestas- les prometemos seguir defendiendo sus derechos humanos mientras hacemos lo posible cada día por reunirnos a todos en una comunidad en la que se satisfagan nuestras necesidades. Seguiremos trabajando con personas de todos los orígenes para solicitar servicios y ayudarles con los trámites de asilo e inmigración siempre que sea posible. Seguiremos traduciendo nuestro sitio web y los materiales escritos a las numerosas lenguas que hablan nuestros vecinos y recurriremos a intérpretes y a servicios culturalmente pertinentes.

Ballard Food Bank cree que todo individuo es digno de respeto y valora la dignidad, el valor y la experiencia vivida de cada persona. Por eso trabajamos todos juntos -personal, voluntarios, donantes, visitantes- para construir un entorno acogedor e integrador. Compartimos sonrisas, recetas, nos saludamos por el nombre, aprendemos a saludarnos en el idioma del otro, recogemos la basura y mucho más.

Juntos hemos creado una comunidad en la que todos son bienvenidos. Juntos, protegeremos y seguiremos construyendo esta comunidad.